EL PAíS › EN LA OPOSICION NO DEJAN DE PELEARSE

Opositores crispados

Hubo nuevos cruces entre radicales y Alberto Rodríguez Saá, a su vez blanco de sucesivas críticas de Eduardo Duhalde. También continúan los choques entre Elisa Carrió y el FAP.

 Por Miguel Jorquera

Ricardo Alfonsín.
Eduardo Duhalde.
Alberto Rodríguez Saá.
Francisco de Narváez.
Margarita Stolbizer.
Elisa Carrió.
Imagen: DyN & Luciana Granovsky, .

La oposición está crispada. Eduardo Duhalde acusó a su ex socio en el Peronismo Federal, Alberto Rodríguez Saá, de “h... de p...” por “pactar” con el Gobierno para destrabar una deuda del Estado nacional con San Luis. “Es más probable que la duquesa de Alba quede embarazada a que a Duhalde le vaya bien en la elección”, replicó el puntano a quien ya le había apuntado por recurrir a la Justicia para impugnar la candidatura a gobernador bonaerense de su hermano Adolfo. Ricardo Alfonsín se asoció a la denuncia de Duhalde y consideró “extorsiva” la actitud del puntano de reclamarle a Francisco de Narváez reciprocidad por el apoyo que resolvió darle en la provincia de Buenos Aires. Rodríguez Saá, a su vez, le cuestionó al radical “falta de liderazgo” y los duhaldistas afirmaron que el acuerdo entre De Narváez y el puntano “relega a Alfonsín al quinto lugar”. Elisa Carrió regresó sin chances al ruedo electoral, denunció que el socialista Hermes Binner apoya un “Pacto de Olivos II” y llamó a “no votar” a los candidatos del Frente Amplio Progresista porque habilitarían la “reelección indefinida” de Cristina. “Los opositores que se encuentran en riesgo de desaparición empiezan a sumarse a las campañas sucias de insulto y mentira”, devolvió la candidata bonaerense del FAP, Margarita Stolbizer.

El decepcionante resultado que de los opositores en las primarias desató una puja intestina con reacomodamientos, deserciones y transfuguismos, donde abundan acusaciones cruzadas de todo tipo en busca de recoger el voto anti-K el 23 de octubre. Una puja, en el mejor de los casos, por un lejano segundo lugar, según todas las encuestas.

“Si fuera Alfonsín, pondría en mi spot publicitario que también lidera gobernadores y así me evitaría que alguien vaya a hablar con los gobernadores que él no va a liderar”, lo ninguneó el puntano días atrás y ayer volvió a la carga: “Respeto mucho a Alfonsín, pero los candidatos están haciendo la plancha. Salvo De Narváez o yo, que estoy luchando como el primer día, los medios y los demás partidos han decidido que esto ya terminó. La crisis del radicalismo está, así que no me la pasen a mí, yo no tengo la culpa”.

La respuesta del radicalismo fue inmediata y llegó por boca de Miguel Bazze, uno de los hombres de confianza del candidato presidencial, quien en su momento le endilgó a Rodríguez Saá haber “acordado” con el Gobierno para “debilitar las chances de la UCR”. “Trate de no opinar del radicalismo”, reaccionó Bazze –primer candidato a diputado de Udeso en Buenos Aires– ante el nuevo embate del puntano. “Es malo para la democracia tratar de desgastar a los otros partidos de la oposición”, añadió Bazze y volvió a alimentar las sospechas de un pacto entre Rodríguez Saá y el kirchnerismo. “Debería evitar –le aconsejó– caer en críticas poco serias que son, en muchos casos, generadas por el propio Gobierno.”

“El que utiliza dinero como herramienta para hacer votar a la gente no es peronista, es un h... de p... Tiene un juicio de 900 millones de pesos con el Estado que se va a resolver después de octubre. El gobernador de San Luis ha arreglado y, de esta manera, traicionó a todos los que los votaron”, había dicho el ex presidente interino.

Pocos días después, Duhalde se regodeaba de haberle sacado los aliados porteños al puntano, aunque su propio compañero de fórmula le bajó las expectativas: “Nada ha cambiado tanto del 14 de agosto a la fecha para que uno suba 10 puntos y otro baje 10, la gente ya votó, no hay más que agregar”, sentenció Mario Das Neves.

“Duhalde se considera un hombre fuerte pero las encuestas no le dan”, dijo Rodríguez Saá y recordó que “cuando puso a Kirchner, yo era opositor y sigo siéndolo”. Ayer le disparó de nuevo y lo calificó de “infame profesional”.

El candidato duhaldista a la gobernación bonaerense Eduardo Amadeo se sumó a la disputa. “Cuando los veo juntos (a De Narváez y Rodríguez Saá) me pregunto qué pensaran los radicales; cuántos se sentirán contentos de ver a su candidato a presidente relegado al quinto lugar por los acuerdos que hace Francisco”, dijo y volvió a apuntarle al empresario: “Hace cualquier alianza para juntar votos”.

En tanto, Mauricio Macri se despega de todos y mira al 2015. “La gente definirá en octubre qué dirigentes siguen a futuro y quiénes serán una anécdota del pasado”, dijo el jefe de Gobierno porteño llamando a cortar boleta tijera en mano, después de que el PRO pactara en distintas provincias acuerdos tanto con Duhalde como con Rodríguez Saá a la espera de ver quién se posicionaba mejor.

En el FAP ya habían dejado atrás la dura y conflictiva separación con Proyecto Sur pero apareció Carrió. Lilita llamó a “no votar” por los candidatos de Binner porque “ya dijeron que van a apoyar la reforma para la reelección indefinida” de Cristina Fernández, porque en su plataforma política proponen una reforma constitucional para reemplazar el sistema presidencial por uno parlamentario. Para Carrió, ese sería el método para implementar un “Pacto de Olivos II”.

Radicales y duhaldistas se subieron al carro de Lilita. “No nos vamos a prestar nunca a cualquier aventura que signifique una mayor concentración de poder”, sumó el jefe de la bancada radical Ricardo Gil Lavedra. “Al oficialismo le conviene sumar legisladores de Hermes Binner, si siempre votan con ellos en el Congreso”, agregó Duhalde.

Stolbizer ubicó a Carrió entre los “opositores desesperados” y “en riesgo de desaparición” que empiezan a sumarse “a las campañas sucias de insulto y mentira”. “Es una lástima que haya decidido entrar a la campaña con una denuncia falsa”, dijo la diputada socialista Alicia Ciciliani. “Los mismos que hoy se horrorizan frente al eventual intento reeleccionista de la actual Presidenta son los que presentan una mirada banal de la reforma constitucional del ’94, ocultando el carácter conservador de la misma”, respondió también Claudio Lozano. Y el también socialista Roy Cortina completó: “Carrió se disfraza de opositora intransigente pero es la principal socia del Gobierno en la estrategia de debilitar a Binner”.

Las disputas echaron por tierra la cordial convivencia que habían cultivado cuando todos eran parte del Grupo A en el Congreso y compartían un mismo diagnóstico político: que había llegado el final de la era K.

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