El posteo en X de Elon Musk insinuando que Donald Trump aparecía en la lista de clientes VIP que manejaba el empresario Jeffrey Epstein, acusado de abuso y violación de menores, rompió la relación entre los magnates. Ayer, en rueda de prensa, el presidente de los Estados Unidos tomó el micrófono ante la pregunta a la fiscal general, Pam Bondi, que pedía explicaciones por el minuto que falta en la grabación que el Departamento de Justicia difundió para demostrar que Epstein se había suicidado en su celda de Nueva York. “¿Siguen hablando de Epstein? Se ha hablado de este tipo durante años. ¿La gente sigue hablando de este asqueroso? No puedo creer que estés haciendo una pregunta sobre Epstein”, se anticipó molesto Trump. Lejos de conjurar las sospechas, el enojo presidencial sólo las alimenta mientras vuelven del pasado imágenes de su amistosa relación con Epstein.