El canciller alemán Friedrich Merz desató una cadena de críticas por sus apreciaciones sobre los inmigrantes y no para de alimentar la polémica. Se refirió a los extranjeros que traspasan las fronteras como “un problema en el paisaje urbano” y cuando le pidieron aclaraciones sobre sus dichos, agregó: “Pregunten a sus hijas qué he querido decir. Sospecho que obtendrán una respuesta bastante clara e inequívoca”. Los políticos de la oposición repudiaron el comentario sobre las “hijas”, considerándolo un guiño de Merz al estereotipo de la extrema derecha, que presenta a los inmigrantes como un peligro para las mujeres blancas nacidas en Alemania. “O es demasiado vanidoso para disculparse o lo dice en serio”, comentó la líder de Los Verdes, Katharina Drage.